Cuando no son los precios de la comida entonces es la extraña desaparición de pertenencias de los turistas.

Fue lo que ocurrió la tarde del viernes en las playas de Agua Azul, en la isla Barú, jurisdicción del Distrito de Cartagena.

La calma que a esa hora reinaba en agradable sector, fue abruptamente interrumpida por una fenomenal gresca protagonizada por vendedores y turistas que disfrutaban de un día de playa.

El ‘Florero de Llorente’ habría sido la desaparición de un bolso de propiedad de uno de los turistas.

Tras una discusión inicial el bolso apareció como por arte de magia y aparentemente todo regresó a la normalidad.

Sin embargo, uno de los turistas increpó a un joven que hace las veces de copiloto de una de las lanchas, ante lo cual su compañero reaccionó en su defensa y le propinó un golpe al foráneo.

Y ahí fue Troya porque los demás turistas intervinieron en apoyo a su amigo, unos tratando de impedir las agresiones y otros reaccionando contra los vendedores que habían iniciado una verdadera “guerra de sillas” contra los visitantes.

Las imágenes muestran que los nativos también lanzaban contra los turistas cualquier objeto contundente que encontraban a su paso.

Con las sillas reventadas la situación nuevamente regresó a la calma, no sin antes dejar una gran preocupación por este tipo de hechos que se han vuelto recurrentes en las playas de Cartagena.

Por el momento se desconoce un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades de Cartagena.